La llamada “Alianza por la calidad de la educación” y el conjunto de medidas debe verse como la salida estructural, ideológica y cultural a la que acuden los neoliberales para asegurar el sostenimiento y proyección de este régimen de explotación, opresión y exclusión. El transcurso de más de tres décadas de reestructuración capitalista, de conversión de la educación en un servicio-mercancía y de impulso del proyecto de escuela empresa se encaminan a destruir el sentido de la unidad e identidad nacional forjados a los largo del desarrollo de nuestras culturas originarias, de las luchas contra la dominación española, por la soberanía popular y la independencia y en la rebelión contra la dictadura de los hacendados porfiristas, maderistas y carrancistas.
El capital, envuelto en sus crisis recurrentes, asume como salida la plena desregulación normativa y la completa flexibilización de relaciones de producción, de propiedad, de usufructo y de identidad. De ahí que a la escuela se le encomiende desmontar el sentido de soberanía política, territorial, cultural, alimentaria, y la proyección de ciudadanía con su conjunto de facultades políticas, derechos sociales y humanos.
A mediados de la década de los 70’s arranca el plan general de reestructuración del Sistema Educativo Nacional, se suprime el Plan de 11 años, se impone el Bachillerato Pedagógico; la descentralización del sistema educativo, la desarticulación de la Normal Superior, la creación de los dobles turnos y dobles plazas y la imposición del Esquema de Educación Básica y las plazas por Jornada de ½ Tiempo; ¾ de Tiempo y Tiempo Completo, el cual fue la base para la aplicación de la Carrera Magisterial. Incluye también y sobre todo el golpea a la docencia, con un cambio del perfil docente normalista al Licenciado de Educación Básica, La UPN, creada en agosto de 1978 recibe esa encomienda con la Primer Licenciatura ofrecida en el Plan 79.
En la lógica de reducir el presupuesto educativo y de liberar al Estado de su responsabilidad de brindar educación pública gratuita, López Portillo y luego Miguel de la Madrid con su llamada “Revolución Educativa” asestan un duro golpe a la educación normalista, modifican severamente los criterios de contratación docente, convirtiendo al grueso del magisterio que contaba con una plaza en subcontratados, requiriendo otro empleo para completar su contratación y su ingreso.
Con el anticonstitucional Acuerdo Nacional para la Modernización de la educación Básica, de 1992, el gobierno de Carlos Salinas avanza en la desarticulación del Sistema educativo nacional con su llamado Federalismo o descentralización educativa; reformula la currícula parcializando aun más las disciplinas del conocimiento y poniendo el acento más en la instrucción que en la formación integral; en lo laboral compacta claves y plazas, modifica las condiciones generales de trabajo e impone un nuevo sistema de aplicación de salarios confirmando los topes salariales e imponiendo la Carrera Magisterial.
El saldo a más de 20 años de reestructuración neoliberal del sistema educativo es desastroso: a) una profunda crisis educativa generada desde el propio gobierno; b) un avanzado proceso de desarticulación del sistema educativo que adelgaza las responsabilidades, funciones y subsecretarias de la SEP, que sienta las bases para la municipalización y la escuela “empresa”; c) el desmantelamiento de la relación laboral colectiva, la contratación de confianza e individual, la completa modificación de las Condiciones Generales de Trabajo; d) la desaparición de subsistemas y servicios educativos; e) la sujeción de la educación a las necesidades del “mercado”, del TLC, a los mandatos de las Transnacionales, de los organismos financieros internacionales; f) la intromisión privada en los procesos de evaluación educativa; g) una pérdida de alrededor del 75% del poder de compra y una completa precarización de los salarios, con cientos de miles de docentes de educación básica anclados en las categorías –A, A y B de Carrera Magisterial; h) una plena subordinación del SNTE a los lineamientos neoliberales como “Sindicato Blanco” o de “casa” como le llaman en Japón.
Con el pretexto de presentar a la educación como un servicio, una mercancía más, sujeta a las leyes del mercado, a la oferta, la demanda y la competencia, se reorientan todas las Instituciones de Educación Superior. La educación pública nacional no es más, un asunto de unidad nacional, de identidad y soberanía, de proyección del desarrollo económico productivo social y humano del país, eso para los neoliberales quedó atrás.
El pasado 15 de mayo, Calderón y Elba Esther Gordillo impusieron la llamada Alianza por la Calidad de la Educación (ACE). Un paso más en la desarticulación del sistema educativo, en la destrucción del carácter gratuito, integral, laico, científico y humanístico de la educación pública y en la cancelación de la relación laboral colectiva, por tanto, viola los artículos 3º y 123º constitucionales al negar el derecho a la educación publica y anular el derecho laboral con la llamada flexibilización laboral.
El Programa Sectorial de Educación 2007-2012 es la culminación de la Reforma Educativa iniciada desde los 80, que abre paso a la inversión privada en el campo de la educación (escuelas privadas, negocio de exámenes, plazas docentes a normales particulares, etc.) y está centrada en la adopción de un modelo educativo basado en competencias que corresponde a la necesidad del mercado laboral. Pretende la formación de una sociedad globalizada. Una cultura del consumo y la sumisión.
El Programa de fortalecimiento de la infraestructura y el equipamiento escolar establecido en la ACE, se refieren a generalizar la “educación en línea”, (aulas de medios, enciclomedia, edusat, redes escolares, e-méxico). Como educación virtual o adiestramiento, para una sociedad de espectadores, inerme y consumista. Esta política de equipamiento con la llamada “conectividad” busca suprimir la función docente, la educación presencial, dialógica, comunicativa, humanizada, deja el proceso subordinado a la computadora, el videoproyector y al pizarrón interactivo.
En cuanto a la llamada “Gestión y participación Social” pretende consumar la función de los Consejos de Participación Social (CPS) como verdaderos patronatos educativos. El CPS deberá tomar parte en financiar el mantenimiento y equipamiento, lo que anula el carácter gratuito y refrenda las cuotas escolares. El CPS definirá las necesidades educativas a atender, los contenidos a incorporar a las competencias mínimas planteadas en el Plan Sectorial de Educación y evaluadas por la prueba ENLACE, como condición para asignar los “bonos educativos” y recursos presupuestales a estados y municipios. Además se le encarga a los CPS la fiscalización y aval para la contratación de la plantilla de personal.
El CPS será el instrumento para llevar adelante la vigilancia permanente del docente (Cámaras y policías), so-pretexto del crecimiento de las adicciones y la venta de estupefacientes dentro y fuera de las escuelas; se encarga también al CPS impulsar la “escuela de tiempo completo” con lo que se busca fusionar grupos, cerrar turnos y cancelar dobles plazas; así mismo, será el CPS, quien verifique la labor del docente en tiempos extras para ganar puntos en el aspecto de Desempeño Profesional de Carrera Magisterial, en las llamadas escuelas de horario discontinuo, fuera del horario de clase y en fines de semana, lo que viola el precepto Constitucional de pago al doble o triple las horas extras.
Mediante la ACE se proyecta cancelar la generación de nuevas plazas y congelar todas aquellas que se generen por diferentes incidencias y en su lugar aplicar los exámenes nacionales para nuevo ingreso al servicio docente a los que se sujetarán las plazas de nueva creación. Igualmente el Examen para el Otorgamiento de Plazas Docentes en Servicio, es un nuevo disfraz al extendido modelo de subcontratación o de contratación vía servicios eventuales que desde hace por lo menos 16 años, se ha impuesto a muchos trabajadores de la educación mediante contratos de menos de seis meses, que se renuevan cuantas veces las autoridades lo consideran, terminando en muchos casos con la expulsión de los trabajadores a las filas de los profesionistas desempleados. Se busca imponer la política del “primer empleo”, como periodo de prueba para los trabajadores de nuevo ingreso, por ello insisten en “el desempeño como eje de la contratación”, medida que tiene como antecedente el trabajo meritorio (sin pago) de los egresados de las escuelas de educación media superior y superior.
Se insiste en la articulación nacional y mundial de los sistemas de clasificación de los seres humanos bajo la palabra “evaluación”. Se pretende con ello insertar a la población escolar mexicana en los estándares mundiales de desempeño lo que implica insertar el mercado de mano de obra en los circuitos mercantiles en el nivel planetario. Se busca convertir a la competencia entre iguales, maestros y alumnos, en el mecanismo que permita depurar a los indeseables del sistema y premiar a quienes respondan a los requerimientos del mercado mundial. Se pretende que con una “buena evaluación” se mejoran los filtros de adscripción a la docencia y se pueden abatir los rezagos y la baja calidad; está reflexión generada en las mentes de los tecnócratas eficientistas, pasa por alto el conjunto de condiciones contextuales, socio-económico-culturales y políticas, que determinan los magros resultados educaivos.
Con la ACE se busca modificar el perfil profesional, sobre el supuesto de los bajos niveles de rendimiento detectados por el parcial, inflexible y estandarizado ENLACE. Bajo estos supuestos, se somete a todos los docentes a una completa inseguridad laboral al imponer a todos la “certificación de las competencias adquiridas” en dichos cursos. Los profesores cuyos alumnos muestren bajo rendimiento se les dará la oportunidad de tomar cursos específicos, si no certifican no serán recontratados.
En el apartado de los incentivos y estímulos, se reforman los lineamientos de Carrera Magisterial, se suprimen los Factores de Antigüedad en la categoría y la Preparación Profesional, el subfactor de Aprovechamiento Escolar se establece como factor, junto con los cursos de actualización y el desempeño profesional. Este último se redimensiona, para inducir (imponer) el trabajo extra clase sin el respectivo pago de las horas extras. Es la completa imposición de la flexibilidad y polivalencia laboral, con la cual se violan y modifican las Condiciones Generales de Trabajo. Es la completa anulación del papel del sindicato, la supresión definitiva del carácter bilateral de la relación laboral y la total inseguridad laboral.
En cuanto a la reforma curricular prevista en la ACE, se trata de terminar de sepultar ese estrecho derecho social de la población de acceder a algunos tramos fragmentados del conocimiento a través de la escuela, el cual se sustituye por un modelo basado en las llamadas “Competencias Básicas Laborales”, con las cuales se busca adiestrar a los individuos para adecuarse a las nuevas formas toyotistas de producción y alejar aún más al pueblo del conocimiento universal. A la UPN le corresponde una vez más la labor instructiva, para empujar la reestructuración curricular, la difusión de la ideología neoliberal, de sus principios, por eso se abandona el Plan 94 y se impulsa la Licenciatura de Intervención Educativa Plan 2002, como licenciatura a modo de los preceptos de plena flexibilidad laboral, de perfil polivalente (milsusos), “del justo a tiempo”, “de cogestión y autorregulación”. La LIE, es parte del mismo plan de imponer la RIES o RES, de la reforma en el bachillerato a educación primaria y preescolar. Con el pretexto de presentar a la educación como un servicio, una mercancía más, sujeta a las leyes del mercado, a la oferta, la demanda y la competencia, se reorientan todas las Instituciones de Educación Superior. La educación pública nacional no es más, un asunto de unidad nacional, de identidad y soberanía, de proyección del desarrollo económico productivo social y humano del país, eso para los neoliberales quedó atrás.
Todo el sistema educativo que tenía como base curricular la lógica de las disciplinas del conocimiento, va a abandonar tales orientaciones y se va a estructurar en base a la llamada educación en competencias laborales “Toyotistas”. En educación media y media superior significa el abandono de la educación física, artística y tecnológica, así como la compactación del estudio de las ciencias naturales y sociales en una sola materia llamada ciencias, so pretexto de la transdiciplinariedad que en realidad más que favorecer el docente y el alumno politólogos, apunta hacia la formación de “todologos”, empírico-pragmáticos. Lo anterior suprime la especialización y conduce a la formación del docente único de educación secundaria, similar al docente de telesecundaria, que le representa un costo por alumno de casi el 50%, con relación a la secundaria general o técnica.
Según Davini (2001) el perfil del profesorado ha variado de un “buen maestro”, pasando por un “docente técnico” hasta llegar al profesional “hermenéutico-participativo”, conocido como facilitador. Se postula entonces un docente mediador del conocimiento basado en la teoría piagetana.
Con un discurso constructivista basado en Piaget, Vigoysky y Ausubel, la SEP lanzó una ofensiva general contra el derecho de la población de acceder a la cultura universal y a ejercer su derecho a pensar dotado de las herramientas teóricas propias de nuestro tiempo, abandonando la formación docente basada en la lógica (invariantes) de las disciplinas del conocimiento e imponiendo en su lugar la llamada educación en competencias.
Con esto emprendió la completa reestructuración curricular de la educación superior, media superior y básica, planteando la formación docente del profesorado como un organizador de las estrategias de aprendizaje, para un estudiantado “activo” que descubre y elabora conocimientos.
Paulatinamente ha empalmando a la perspectiva constructivista la teoría del procesamiento humano de la información (PHI) de John Anderson. Al adoptar la teoría cognitiva como eje de la formación docente, con lo que se la renuevan los modelos de la tecnología educativa que tecnifican al profesorado y promueve una enseñanza conductista. Así, para Anderson, el aprendizaje es: “El proceso por el cual ocurren cambios duraderos en el potencial conductual como resultado de la experiencia”.
Esta nueva racionalización de la enseñanza semejante a un proceso de manufactura que ordena las estrategias didácticas y el comportamiento de docentes y estudiantes. Es una perspectiva que solo concibe las particularidades del aprendizaje, como recursos a ahorrar, o necesidades a atender con personal flotante, informal, pasando por alto las condiciones psicosociales y políticoeconómicas. Esto convierte al acto educativo en un proceso mecánico, restándole creatividad. Desde esta perspectiva, es factible desde el punto de vista de la SEP, la “tercerización”, por ello insinua la posibilidad de que los docentes graduados en la LIE, se organicen como colegios o empresas prestadoras de servicios, a los que la dependencia educativa puede acudir sin más compromisos que los asentados en los contratos temporales.
Se capacita al docente en el conocimiento operativo que se especializa en cierto número de tareas, no en el conocimiento científico para la reflexión crítica productora de innovación, sino para contar con un menú polivalente para poder ser contratado a diversas labores.
Esa transición llevada por los empresarios a la fábrica, que suple la organización laboral taylorista, que asignaba al trabajador una sola tarea, parcializada, rutinaria y repetitiva, llevada a cabo con cronómetro, tratando al trabajador como apéndice de la maquina y dejando la innovación del proceso en manos de especialistas; pasó con el proceso toyotista a la producción descentralizada en múltiples maquilas dispersas, con esquemas laborales totalmente flexibilizados, con producciones orientadas por el “justo a tiempo”, donde al trabajador se le explota su trabajo operativo e intelectual, su creatividad, sin contrato colectivo, sin prestaciones, sin sindicato y sujeto a los requerimientos del mercado en este caso de las necesidades educativas específicas de cada entidad.
Los capitalistas han entendido que para exprimir en mayor medida al trabajador, es más recomendable que éstos trabajen en círculos de calidad, responsabilizándose de los niveles productivos mediante el autocontrol, la autodisciplina y autorregulación, que tiene como soporte la creencia de que son parte de la empresa; estando dispuesto a pasar de una actividad a otra en la misma jornada, y a laborar las horas en función de las necesidades de la empresa y la demanda del mercado; se trata de una superexplotación cruel, donde un trabajador formal ve violarse y finalmente transformarse su contrato en el esquema toyotista, peor ocurre a los subcontratos o contratos temporales.
La reorganización del trabajo con la llamada flexibilización se basa en la gestión por tensión. Incluye los siguientes aspectos: a) El Justo a Tiempo, como método para eliminar los tiempos muertos e intensificar el trabajo; b) La tercerización (o externalización) de tareas y segmentos enteros de la producción, incluido el trabajo a domicilio y las empresas virtuales formadas por un empresario, un par de empleados y una oficina, y todo el trabajo es subcontratado; c) La flexibilidad de horarios y del tiempo de trabajo, subordinando la vida del trabajador a los tiempos y necesidades de la empresa; d) La flexibilidad salarial, cambiando la estructura salarial, con pagos por rendimiento o a destajo; e) Aumento del control sobre el proceso de trabajo y sobre las tareas, en especial sobre el trabajo calificado. . Los círculos de calidad analizan las metas y distribuyen de manera flexible a los hombres, las tareas y las máquinas. Esto elimina la estabilidad del trabajo; f) El involucramiento del trabajador en la defensa de los intereses de la empresa, generando la competencia y el enfrentamiento entre los trabajadores; g) Busca convertir al sindicato en un apéndice de la gerencia; h) Introduce los programas de motivación/involucramiento; i) flexibiliza el número de trabajadores, el empresario se reserva la plena libertad para la contratación y el despido irrestricto; j) Suprime la jornada de trabajo fija e impone la flexibilización horaria total; k) Establece una numerosa capa de trabajadores temporarios convocados en el momento que la empresa los necesita y expulsados sin ninguna traba.
La medida se impone como “Alianza” entre gobierno y sindicato, por su carácter violatorio de la Constitución y de otras leyes secundarias. La “Alianza” es violatoria de los Art.1º, 2º y 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en cuanto a la afectación de las garantías otorgadas por la Carta Magna, la negación del carácter pluricultural del país y la violación del carácter público gratuito, científico e integral de la educación en el país. En lo laboral la “Alianza” trasgrede los Artículos Constitucionales 5º y 123, en cuanto al ejercicio de profesión, a la imposición de requisitos y perfiles ajenos a la docencia, a la imposición de trabajos extraordinarios sin retribución, a la negación de derechos escalafonarios, y la anulación de la relación laboral colectiva y bilateral: SEP-SNTE. Por lo anterior la llamada “Alianza” desconoce a fondo los numerales 26, 39, 45, 46, 48, 50 y 51 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado; afecta directamente los artículos 3º y 4º y primer párrafo del Art. 159, de la Ley Federal del Trabajo. Igualmente deja insubsistente el Art. 12 del Reglamento de las Condiciones Generales de Trabajo del Personal de la Secretaría de Educación Pública.
La “Alianza” es ilegal de origen, al haberse firmado por Elba Esther Gordillo Morales, quien violando su propia norma estatutaria, permanece ilegalmente en el cargo de “Presidenta”, luego de haber concluido su periodo de gestión el 18 de marzo de 2008. NADIE PUEDE RECONOCER HOY A ELBA ESTHER GORDILLO MORALES COMO “PRESIDENTA” DEL SNTE. Nadie puede estar por encima del Congreso Nacional, máximo órgano de gobierno sindical establecido en su propio estatuto.
DOS PLANOS DE LA RESPUESTA
LA NECESARIA RESPUESTA INTEGRAL
La crisis de la cultura, la economía y la política neoliberal, tienen como salidas posibles, nuevas guerras, más represión, privatizaciones y saqueo para oxigenar el capitalismo; o bien la construcción social de un nuevo modelo político cultural, es decir el salto de las masas a la palestra política, diciendo su palabra, rompiendo con la lógica capitalista, deteniendo su caminar inerme, indefenso, desamparado, erigiéndose como nueva mayoría política, dispuesta a instaurar su hegemonía y su proyecto.. Vislumbrando juntos desde sus colectivos nuevas rutas, el camino de la economía solidaria y popular, donde el trabajo se resignifica en el llamado de todos a producir, por un deber social, por la construcción de una riqueza social que debe convertirse en bien común, en propiedad de todos. El camino del poder popular, que desde la organización comunitaria visualiza las dimensiones concretas de los cambios necesarios, con sus micropoderes, sus multiproblemas, con los enredados y a veces ininteligibles controles ideológicos, que nos atan al carro capitalista.
La verdad, la libertad, la justicia o la democracia no nos será dada por nadie, corresponde a los trabajadores construir las bases materiales y éticas, que posibiliten la maduración, construcción e implantación del proyecto político-cultural de todo el pueblo, de los trabajadores. Apremia redimensionar nuestros esfuerzos, asumir que nuestras acciones en nuestros ámbitos diarios de acción, forman parte del esfuerzo de todos por sepultar al capital y a sus personeros, por estructurar desde todos los frentes, desde todas las resistencias, desde todos los proyectos, los soportes de las crecientes fuerzas populares y su proyecto transformador.
En nuestro país perviven dos mundos radicalmente distintos, uno cada vez más desarrollado, centralizador del poder económico, y otro sustantivamente marginado y con severos problemas de degradación ambiental. En diversas regiones indígenas del país, se vive una realidad de tragedia, una extrema inseguridad alimentaria y una creciente degradación ambiental, en función de muy frágiles economías locales y familiares, limitaciones materiales y organizacionales; debilitadas formas de gobierno comunal. Encaminarnos a una perspectiva de bienestar comunal. El nicho natural de recuperación-reconstrucción del desarrollo milenario de nuestros pueblos radica en toda la población del estado y del país. Frente a la devastación y la crisis neoliberales, resignificar nuestro desarrollo histórico-cultural es vital.
Necesitamos construir un nuevo circuito de desarrollo humano que articule soberanía social armonizada con el entorno territorial-ecológico, crecimiento material responsable-sustentable, desarrollo social para la felicidad, dignidad y esperanza para la longevidad, restitución de las facultades políticas para un nuevo protagonismo social, libre determinación y autonomía de los pueblos y comunidades; garantía de la tenencia, uso y usufructo comunal de los recursos naturales; encuentro-diálogo entre culturas, identidades y saberes, para refundar la cultura, la civilización, la ciencia, la tecnología y las artes. Todo ello es factible desde esa cierta reserva cultural, la utopía tiene en los pueblos y comunidades indígenas sus exponente vivos, que como gigantes alternativas se alzan a los graves problemas en que se debate la humanidad por la vorágine capitalista, podemos dejar de ser vistos como reliquias para turistas.
Las técnicas tradicionales de producción agropecuaria y la defensa indígena de los bosques frente a los talamontes pueden ser parte de una estrategia general contra la crisis climática y ecológica; las técnicas rudimentarias de las artesanías y tecnologías autóctonas, pueden ser punto de partida para un desarrollo industrial sustentable; la faena y el tequio, son puntos de partida para resignificar el trabajo como valor social; la cultura gastronómica es un buen punto de partida para abatir las pandemias motivadas por la comida chatarra; la lengua, la mística y las artes comunitarias, nos convocan a su preservación no por repetición sino por emulación. Un Programa Emergente de Desarrollo Cultural desde nuestras reserva histórico-cultural, como eje transversal de todo el programa de gobierno, es plenamente viable.
Apremia convocarnos a una nueva Convención Nacional desde donde pasemos a plantear la necesaria lucha por un gobierno democrático popular, un nuevo proyecto de nación y una nueva constituyente. Apremia un debate nacional hacia la construcción consensuada de u Plan Nacional Alternativo de Educación y Cultura, en el cual la nueva cultura pedagógica y laboral se enlacen en una misma perspectiva posibilitando las motivaciones adecuadas para el conjunto de actores del proceso educativo.
En lo inmediato requerimos una acción generalizada de resistencia social para cerrarle el paso a la ACE, para levantar nuestra palabra públca, para hacer valer nuestro derecho a la comunicación, para restituir a la escuela ese perfil de ser constructora de futuro, centro de debate de las ideas, promotora de la organización comunitaria y espacio de permanente investigación y construcción de nuevos saberes y desarrollos culturales.
Necesitamos un gran consenso para construir la HUELGA NACIONAL, como la expresión política multisectorial, desde donde la protesta cobra diversas formas y dimensiones, desde las condiciones concretas de sus actores y desde las diversas perspectivas políticas y generacionales.
COMITÉ EJECUTIVO NACIONAL DEMOCRATICO CEND-SNTE